Huelo sombras
detrás de las cornisas suculentas.
Como un genio que brota del abismo
los sones de tu historia
te han abierto a la brisa
y despliegas tus alas
buscando algún colmillo que no duela,
porque vale el sol el ojo de un camello
y reluce el oscuro
que se raspa el codo entre las rocas
hasta que pareciera amanecer
relamiendo la sangre
que ha dejado de brotar
y ya es parte de tus venas
y de tu instinto ardiente...
Sorberás un amanecer
que jamás saldrá para ti,
porque eres cicatriz de esta tierra
que acusa de monstruo
cuando no eres más que un trozo de poesía
que cabe en el resquicio de una palma
no importando las garras que le estorban...
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